La Biblia en un año
Marzo11
Éxodo 21, Éxodo 22, Job 38, Job 39
Éxodo 21
Leyes para los esclavos
»Éstas son las leyes que les propondrás:
2 »Si compras un esclavo hebreo, te servirá seis años; pero en el séptimo año quedará libre y sin tener que pagar nada.
3 »Si el esclavo llegó solo, solo se irá; si tenía mujer, se irán él y su mujer.
4 »Si el amo le dio mujer al esclavo, y ella le da a éste hijos o hijas, la mujer y los hijos serán del amo, y el esclavo se irá solo.
5 »Si el esclavo dice: “Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no quiero quedar libre”; 6 entonces su amo lo llevará ante los jueces, lo pondrá junto a una puerta o poste, y le horadará la oreja con una lesna. Así el esclavo quedará para siempre a su servicio.
7 »Si alguien vende a su hija como esclava, ésta no podrá quedar libre como los esclavos varones.
8 »Si ella no le agrada a su amo, y el amo la rechaza y no la toma por esposa, se le permitirá ser rescatada, pero no podrá venderse a gente extraña.
9 »Si el amo entrega la esclava a su hijo por mujer, deberá ser tratada como se acostumbra tratar a las hijas.
10 »Si el amo toma a otra mujer por esposa, no podrá disminuir la alimentación ni el vestido ni los derechos conyugales de la primera.
11 »Si el amo no cumple con ninguna de estas tres condiciones, la mujer quedará libre y sin tener que pagar nada.
Leyes para los actos de violencia
12 »Si alguien hiere a otro y le hace morir, también morirá. 13 Pero si no era su intención matarlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te indicaré el lugar al que podrá huir.
14 »Si alguno se cree superior a su prójimo y lo mata con alevosía, lo apartarás de mi altar y también morirá.
15 »Si alguien mata a su padre o a su madre, también morirá.
16 »Si alguien secuestra a una persona y la vende, o si esa persona es hallada en sus manos, también morirá. 17 Si alguien maldice a su padre o a su madre, también morirá.
18 »Si algunos riñen, y uno hiere a su prójimo con una piedra o con el puño, y éste no muere pero cae en cama, 19 si se levanta y sale apoyado en su bastón, entonces el que lo hirió quedará absuelto y solamente verá que lo curen y lo indemnizará por el tiempo que haya estado sin trabajar.
20 »Si un amo golpea con un palo a su esclavo o a su esclava, y por ese golpe él o ella llegan a morir, el amo será castigado. 21 Pero si el esclavo o la esclava sobreviven uno o dos días, el amo no será castigado, porque ellos son de su propiedad.
22 »Si algunos riñen, y en su riña lastiman a una mujer embarazada, y ésta llega a abortar, pero no muere, los rijosos serán penados según lo que el marido de la mujer les imponga y los jueces decidan. 23 Pero en caso de muerte, se pagará vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
Leyes para amos y dueños
26 »Si alguno hiere a su esclavo o a su esclava en el ojo, y se lo daña, por causa de su ojo le dará la libertad.
27 »Si alguien le rompe un diente a su esclavo o a su esclava, por causa del diente le dará la libertad.
28 »Si un buey cornea a algún hombre o mujer, y él o ella mueren por causa de la cornada, el buey será apedreado, y no se comerá su carne, pero el dueño del buey quedará absuelto.
29 »Si desde tiempo atrás el buey acostumbraba cornear, y llega a matar a algún hombre o mujer, será apedreado; y si su dueño sabía que el buey acostumbraba cornear pero no lo mantenía sujeto, también morirá.
30 »Si como pena se le impone pagar rescate por su persona, tendrá que pagar el rescate que se le imponga. 31 La misma pena se le impondrá si el buey cornea a un muchacho o a una muchacha. 32 Pero si el buey cornea a un esclavo o a una esclava, entonces el dueño pagará treinta monedas de plata y el buey será apedreado.
33 »Si alguien abre un pozo, o cava una cisterna, y no la tapa, y ahí se cae un buey o un asno, 34 el que cavó la cisterna indemnizará al dueño del animal por el daño causado, pero podrá quedarse con el animal muerto.
35 »Si el buey de alguien hiere al buey de su prójimo y lo mata, se venderá el buey vivo y los dueños se repartirán el dinero de la venta, y también se repartirán el buey muerto. 36 Pero si desde tiempo atrás se sabía que el buey acostumbraba cornear, y su dueño no lo mantenía sujeto, entonces éste repondrá el muerto buey con un buey vivo, pero podrá quedarse con el buey muerto.
Leyes para la restitución
Éxodo 22 »Si alguien roba un buey o una oveja, y los degüella o los vende, por el buey devolverá cinco bueyes, y por la oveja devolverá cuatro ovejas.
2 »Si un ladrón es pillado forzando una casa, y es herido y muere, no se culpará de su muerte al que lo haya herido.
3 »Si el robo ocurre durante el día, el que mate al ladrón será culpable de homicidio.
»El ladrón deberá devolver todo lo que haya robado. Si no tiene con qué pagar, será vendido por lo que haya robado. 4 Si es hallado con el animal robado en la mano y aún vivo, sea un buey, un asno o una oveja, deberá pagar el doble de lo robado.
5 »Si alguien lleva a su ganado a pacer en un campo o un viñedo ajeno, deberá indemnizar al dueño con lo mejor de su propio campo y de su propio viñedo.
6 »Si alguien prende fuego para quemar espinos, y quema un campo con mieses amontonadas o en pie, deberá pagar por lo que se haya quemado.
7 »Si alguien pide a su prójimo que le guarde plata o alhajas, y esto es robado de su casa, si el ladrón es hallado, se le hará pagar el doble. 8 Si el ladrón no es hallado, entonces el dueño de la casa será llevado ante los jueces para ver si ha metido mano en los bienes de su prójimo.
9 »En todo caso de posesión dudosa, trátese de un buey, un asno, una oveja, un vestido, o cualquier otra cosa perdida, si alguien dice ser el dueño, el caso será llevado ante los jueces, y la parte que los jueces declaren culpable deberá pagar el doble a su prójimo.
10 »Si alguien deja un asno, un buey, una oveja, o cualquier otro animal, al cuidado de un amigo, y el animal muere, o es lastimado, o robado sin que nadie lo atestigüe, 11 el amigo hará un juramento ante el Señor de que no metió mano en los bienes del dueño. Éste deberá aceptar el juramento como verdadero, y el amigo no pagará nada.
12 »Si el animal le es robado, el amigo deberá indemnizar al dueño.
13 »Si el animal es atacado por una fiera, presentará el animal muerto como testimonio, y no pagará ninguna indemnización.
14 »Si alguien pide a un amigo que le preste una bestia, y ésta es lastimada, o muere, deberá pagar por ella, si su amigo estaba ausente.
15 »Si el dueño estaba presente, no pagará nada.
»Si la bestia había sido alquilada, el dueño recibirá sólo el alquiler como pago.
Leyes humanitarias
16 »Si alguien seduce a una doncella aún soltera, y se acuesta con ella, deberá pagar su dote y tomarla por mujer.
17 »Si el padre se niega a entregarla, el seductor deberá de todos modos pagar en plata la dote señalada para las vírgenes.
18 »No dejarás con vida a ninguna hechicera.
19 »Cualquiera que tenga contacto sexual con un animal, será condenado a muerte.
20 »Los sacrificios son sólo del Señor. El que ofrezca sacrificios a otros dioses, será condenado a muerte.
21 »No engañarás ni maltratarás al extranjero, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.
22 »No afligirás a las viudas ni a los huérfanos. 23 Si llegas a afligirlos, y ellos me piden ayuda, yo atenderé su clamor. 24 Entonces se encenderá mi furor, y yo los mataré a espada, y las viudas y los huérfanos serán las mujeres y los hijos de ustedes.
25 »Si prestas dinero a alguno de los pobres de mi pueblo, que viva contigo, no te portarás con él como un prestamista ni le cobrarás intereses.
26 »Si recibes como prenda el vestido de tu prójimo, deberás devolvérselo al ponerse el sol. 27 Porque, ¿cómo podrá dormir, si eso es lo único que tiene para cubrirse? Y si él me pide ayuda, yo lo atenderé, porque soy misericordioso.
28 »No ofenderás a los jueces,[a] ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.
29 »No retendrás las primicias de tu cosecha ni de tu lagar.
»Me darás tu hijo primogénito.
30 »Me darás también la primera cría de tu buey y de tu oveja. Podrán quedarse con su madre siete días, pero al octavo día deberás entregármelas.
31 »Ustedes serán hombres consagrados a mí.
»No comerán la carne de animales destrozados por las fieras salvajes. Esa carne se la echarán a los perros.
El Señor responde a Job
Job 38 El Señor le respondió a Job desde el torbellino:
2 «¿Quién se atreve a oscurecer mis designios
con palabras carentes de sentido?
3 Pórtate como hombre, y prepárate;
yo te voy a preguntar, y tú me vas a responder.
4 »¿Dónde estabas tú, cuando yo afirmé la tierra?
Si en verdad sabes mucho, dímelo.
5 Dime también, si lo sabes, ¿quién tomó sus medidas?
¿O quién la midió palmo a palmo?
6 ¿Sobre qué están sentadas sus bases?
¿Quién puso su piedra angular
7 mientras cantaban las estrellas del alba
y los seres celestiales se regocijaban?
8 »Cuando las aguas del mar se desbordaban,
¿quién les puso compuertas para controlarlas?
9 Cuando yo cubrí el mar de nubes blancas,
y lo envolví en una densa oscuridad,
10 establecí para el mar este decreto
que ponía límite a sus movimientos:
11 “Podrás llegar hasta aquí, pero no más allá.
Hasta aquí llegarán tus orgullosas olas.”
12 »¿Alguna vez le has dado órdenes a la mañana?
¿Le has señalado al alba cuál es su lugar,
13 para que tome los extremos de la tierra
y se sacuda de encima a los malvados?
14 Con el alba, la tierra cambia de aspecto
y se reviste con tonos de lacre para sello;
15 pero si se les quita su luz a los malvados,
éstos pierden su fuerza y son vencidos.
16 »¿Has bajado alguna vez al fondo del mar?
¿Has recorrido los senderos del abismo?
17 ¿Se te han revelado las puertas de la muerte?
¿Has visto el umbral del reino de las sombras?
18 ¿Has calculado la extensión de la tierra?
¡Hazme saber si sabes todo esto!
19 »¿Sabes cómo llegar a la casa de la luz?
¿O en qué lugar se resguardan las tinieblas?
20 ¡Entonces puedes guiarlas hasta sus fronteras
y mostrarles la senda que conduce a su casa!
21 ¡Claro que lo sabes, pues ya habías nacido!
¡Son muchos los años que has vivido!
22 »¿Has entrado en los depósitos de la nieve?
¿Has visto dónde está almacenado el granizo?
23 Yo los guardo para momentos angustiosos,
para los días de combate y de batalla.
24 ¿De qué manera se difunde la luz?
¿Cómo se esparce el viento solano sobre la tierra?
25 »¿Quién le abrió el camino al aluvión,
y con él a los truenos y relámpagos
26 que descargan su furia en los páramos
y en desiertos que nadie habita?
27 Con la lluvia sacia su sed el desierto,
y brota en el desierto la tierna hierba.
28 »¿Quién es el padre de la lluvia?
¿Quién da origen a las gotas de rocío?
29 ¿Del vientre de qué madre sale el hielo?
¿Quién da origen a la escarcha?
30 ¿Cómo es que el agua se endurece como piedra,
y la superficie del mar profundo se congela?
31 »¿Puedes atar los lazos de las Pléyades,
o desatar las ataduras de Orión?
32 ¿Puedes sacar las constelaciones a su tiempo,
o guiar a la Osa Mayor y a sus cachorros?
33 ¿Conoces acaso las leyes de los cielos?
¿Puedes controlar su potestad en la tierra?
34 »¿Puedes dar órdenes a las nubes,
y hacer que te cubra un torrente de lluvia?
35 ¿Puedes marcar la ruta de los relámpagos,
y hacer que ellos se pongan a tus órdenes?
36 »¿Quién le dio sabiduría al ibis?
¿Quién le dio inteligencia al gallo?
37 ¿Quién con tanta sabiduría cuenta las nubes?
¿Y quién derrama las aguas de los cielos
38 para reblandecer los duros terrones
cuando éstos se pegan por falta de humedad?
39 »¿Te atreverías a cazar la presa para el león?
¿Te atreverías a saciar el hambre de sus cachorros,
40 que tendidos en sus cuevas
esperan impacientes la hora de comer?
41 ¿Quién alimenta al cuervo y sus polluelos,
cuando éstos saltan de un lado a otro
y graznan hambrientos pidiendo a Dios su comida?
Job 39 »¿Sabes tú cuándo paren las cabras del monte?
¿Has visto acaso nacer a los cervatillos?
2 ¿Sabes cuántos meses dura su preñez,
y cuándo los cervatos tienen que nacer?
3 Para que nazcan, la cierva se encorva,
y en cuando nace su cría se calma su dolor.
4 Y los cervatos crecen, y se hacen fuertes,
y se apartan de la madre para nunca volver.
5 »¿Quién ha criado libre al asno montés?
¿Quién lo liberó de sus ataduras?
6 Fui yo quien lo hizo habitar en la soledad,
quien le dio el páramo por hábitat.
7 La ciudad y sus tumultos le resultan divertidos;
no sabe obedecer los gritos de los arrieros.
8 Busca pastos en los altos montes,
y hace de toda hierba su alimento.
9 »¿Y acaso el búfalo querrá servirte?
¿Se quedará tranquilo en tu pesebre?
10 ¿Podrás ponerle un yugo para trabajar la tierra?
¿Hará surcos en el valle porque se lo mandas tú?
11 ¿Podrás confiar en su gran fuerza?
¿Crees que puedes confiarle tus labores?
12 ¿Podrás encargarle que recoja tu semilla,
y que la amontone en tu granero?
13 »El avestruz agita su bello plumaje,
que no es tan bello como el del pavo real.
14 Pone huevos, y luego los abandona,
y los deja calentar bajo el polvo de la tierra.
15 No le importa que alguien los aplaste,
ni que las bestias del campo los destrocen.
16 Es cruel con sus polluelos, como si no fueran suyos,
no piensa que su trabajo pudo haber sido en vano.
17 Y es que yo no lo doté de sabiduría;
tampoco lo doté de gran inteligencia,
18 ¡pero en cuanto emprende la carrera
se burla del caballo y de su jinete!
19 »¿Acaso tú dotaste al caballo de su fuerza?
¿Cubriste acaso su cuello de ondulantes crines?
20 ¿Puedes asustarlo, como si fuera una langosta?
¡Si un resoplido suyo asusta a cualquiera!
21 Tan fuerte es que escarba el suelo con sus cascos,
y así se apresta a entrar en combate.
22 Nada le espanta, a nada le teme,
ni se arredra ante la espada.
23 Suenan a su lado las flechas en la aljaba,
brillan las lanzas, chocan las jabalinas,
24 pero él, impetuoso, escarba la tierra,
sin que le asusten los toques de trompeta.
25 Más bien, el sonido del clarín lo excita,
y a la distancia percibe los olores del combate,
el griterío y las órdenes de ataque.
26 »¿Acaso por órdenes tuyas vuela el gavilán,
y tiende el vuelo para dirigirse al sur?
27 ¿Acaso por mandato tuyo se remonta el águila,
y pone su nido en lo alto de las rocas?
28 Su nido se halla en los altos montes,
en la punto de los más altos peñascos.
29 Con sus dos potentes ojos,
desde lejos acecha a su presa,
30 y alimenta a sus polluelos con la sangre de su presa.
“Donde hay un cadáver, hay un águila.”»